Siempre hay algo que hacer. Es difícil dejar de lado la procrastinación, dejar de lado nuestras propias justificaciones, y tomar una actitud activa ante la vida.
- Empieza por cosas tontas, bajar a comprar el pan, o ir a dar un pequeño paseo a alguna zona que te guste, como un parque, la playa, etc
- El ejercicio es muy importante. No sólo te mantiene en forma, sino que, debido a una serie de sustancias que se liberan durante su ejecución, se considera un disparador del buen humor y el ánimo. No te excedas, pero tampoco estés cinco minutos. Veinte ya son suficientes para empezar. Puedes encontrar rutinas en Youtube o páginas especializadas, y no temas, no hace falta tener pesas o máquinas, hay ejercicios sin esas necesidades.
- Si realmente te cuesta mucho encontrar algo que hacer, piensa en favores que le puedas hacer a los demás. No sólo te mantendrás ocupado, sino que dichas acciones tendrán un efecto de retorno, y como poco, mejorarán tus relaciones personales.
- Trata de consumir combinaciones de alimentos ricos en vitaminas B1 (Cereales integrales, levadura de cerveza, germen de trigo, ciruelas, melocotones y peras), B3 (Pescados, carnes blancas y dátiles), B6 (Frutos secos y los cereales integrales) y B12 (mariscos y yema de huevo).
- ¡¡Organiza tu tiempo!! Uno de nuestros mayores enemigos es no saber distribuir nuestro tiempo. Concentrar los momentos de ocio ayuda a que seamos más eficaces en nuestras tareas. Dispersarlo sólo las dificulta, y además nos somete a la apatía. Deja bien claro cuales serán tus momentos de ocio, y cuales serán aquellos en los que tienes deberes u objetivos que te has marcado, como los anteriormente mencionados.
Éstos sólo son cinco pequeños y sencillos consejos, pero que ayudan mucho en los primeros pasos. No desaniméis e intentad aplicarlos, os ayudarán.
